Descubrí las Ventajas de Contar con un Apilador en tu Depósito

El flujo de producción se encuentra en gran medida condicionado por el ritmo del depósito. Si lo que buscás es elevar carga, los apiladores son equipos clave. Principalmente, en los almacenes, ya que dinamizan las operaciones e incrementan la productividad.

¿Pero en qué se diferencia un apilador de una transpaleta?

La gran ventaja es su capacidad de elevar cargas a varios metros. Esto le permite superponerlas y colocarlas en la parte más alta de los almacenes.

Por eso mismo, son muy eficaces a la hora de aprovechar el espacio adecuadamente y son ideales para optimizar el trabajo dentro del depósito. El apilador ahorra muchas horas en trabajos de manipulación, carga y traslado de productos, y por supuesto, costos.

Existen varios tipos de apiladores según su uso; para determinadas alturas, pesos de cargas, etc. Pero principalmente se distinguen entre manuales y eléctricos.

Apiladores manuales

El apilador manual es controlado por un operador mediante un eje central que él maneja con una barra de tracción para subir la carga gracias a una bomba hidráulica.

Son ideales para el transporte de cargas de peso medio o ligero y son más económicos. Las dos mayores desventajas son: su capacidad de carga limitada, y por supuesto el factor humano que se traduce en el esfuerzo y cansancio del operario a lo largo de la jornada laboral.

Apiladores eléctricos

Un apilador eléctrico sirve para elevar cargas de manera motorizada, sin necesidad de que un humano ejerza su fuerza para que funcione la elevación hidráulica. Funcionan por medio de una batería que impulsa al motor que eleva la carga. El operario debe manejar el apilador, al igual que el manual, pero la elevación de cargas se hace infinitamente más fácil con un apilador eléctrico.

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